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En un partido muy atractivo, Kimberley y Glorias empataron en tres. Habida cuenta del reparto, ambos equipos continúan en proximidades de la mitad de tabla. La visita llegó a las 17 unidades en tanto el local, suma 14. Los dos poseen un encuentro pendiente. Kimberley ante River -jugarán esta semana- y Glorias ante Pinocho -lo harán la que viene-.
Empezó mejor el local, cuyo buen funcionamiento se tradujo en la apertura del marcador por parte de su arquero Lucas Farach, quien con un tremendo bombazo venció la resistencia de Rodríguez Franco a los 5'. La búsqueda de Glorias del empate, dio lugar a un trámite de ida y vuelta. En ese contexto, pudo haber aumentado Kimberley, pero a los 13' se le dio al elenco de Mareco, que igualó merced a un tanto de Padula en el segundo palo.
Y Glorias, que no hallaba la llave para revertir la historia, se encontraría de pronto, no solo con el empate, sino con un 3-1 a favor con el cual se retiró ganancioso al intervalo. La clave, estuvo en los pies de Avila, quien a los 16' -mediante un espectacular tiro de emboquillada- y a los 18' -a través de una lucida maniobra personal- le daría a su equipo la victoria parcial en detrimento de un rival que súbitamente, pasaría de ser dominador a verse inmerso en el desconcierto de un inesperado epílogo.
En el inicio del segundo tiempo Politi logró el descuento, otorgándole al cotejo una enorme cuota de emoción, dado que las situaciones de gol se sucedieron en ambos arcos. Kimberley contó con varias chances, pero la falta de puntería no le permitió quebrar a Rodríguez Franco. Glorias también complicó a Farach vía contragolpe, pero el que resultaría ganador de esa pulseada sería el elenco de Mónaco, que a los 10' arribó a la celebrada igualdad cuando Albertini aprovechó una salida en falso de Toranzo.
Los últimos 10' se jugaron a pura adrealina. El gol rondó las dos áreas sin solución de continuidad. El triunfo pudo haber sido de cualquiera. Pero, increíblemente, el marcador ya no se movería a pesar de las cuantiosas oportunidades de peligro generadas por ambos bandos. Los dos tuvieron chances concretas de quedarse con el triunfo. Entre tantas posibilidades, las más claras -una para cada lado- fueron devueltas por el travesaño, siendo ese un símbolo de que también en tal aspecto, la paridad jugó un rol preponderante.
SALDOS Y RETAZOS
El buffet del estadio Malvinas y su buena onda habitual. Este domingo, juntaron tapas de gaseosa para colaborar con el Hospital Garraham.
Parte del cuerpo técnico de River observó el partido con la finalidad de "espiar" a Kimberley, futuro rival del Millonario. Junto a Facundo Ruscica, Nacho Cabral también aprovechó para hacer fuerza por Glorias, club que dirigió y del cual es confeso simpatizante.
La numeración de Kimberley presentó algunos aspectos extravagantes, como ser que Juan Pablo Sanguinetti, siendo jugador utilizó el "uno". En cambio, Alan Gaute, el arquero suplente, usó el 15. Y Lucas Farach, el guardameta titular, se alistó con el 16.
Un estruendoso recibimiento le dedicó la hinchada de Glorias a su equipo. Cánticos y serpentinas adornaron la salida del visitante, que no solo en su ingreso, sino a lo largo de todo el partido, contó con el aliento de este entusiasta grupo de fieles. En el entretiempo, también se acordaron burlonamente de San Lorenzo, luego del festejado triunfo que en fútbol de campo, Tigre obtuvo ante el Ciclón.
El histórico "Fogonazo" realizó la cobertura fotográfica del partido, protagonizando una anécdota muy jugosa previamente al inicio. Fanático de River, el veterano fotógrafo escuchaba muy concentrado por sus auriculares el partido contra Boca Unidos. De pronto, en medio de silencio reinante, gritó con toda su fuerza el segundo gol riverplatense ante los correntinos. Su inesperada exclamación, fue celebrada con risotadas por el público que lo observaba extrañado.
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