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En cancha de Pinocho, Estrella de Boedo se imponía a Lamadrid 4-3. Faltaban 4' 46'' para que concluyera el primer tiempo, cuando la dupla arbitral encabezada por Mariano Romo, consideró que no estaban dadas las condiciones para continuar. La humedad reinante provocó que hubiera varios resbalones peligrosos, por lo que la medida, resultó atinada por parte de las autoridades.
Previamente a la suspensión, los equipos protagonizaron un partido entretenido, con situaciones de gol por doquier y siete tantos que pudieron ser más si los jugadores hubieran estado más finos en la definición. Por lo pronto, Estrella contó con una mejor precisión desde el arranque, lo que se vio reflejado en un tempranero 2-0 con conversiones de Maire y Moreira.
Enseguida, Lamadrid comenzó a demostrar el por qué de su buena colocación y por momentos, encerró a su rival en el área, logrando a los 8' el descuento, a través de un penal ejecutado por Giupponi. Sin embargo, los de Boedo marcaron el 3-1 a los 11', en una contra muy bien coronada por Moreira.
A los 13', un rápido ataque de Lamadrid implicó que Medina volviera a descontar: 3-2. Y el vértigo en el que se hallaba inmerso el trámite encontró su punto culminante en el
minuto 15, donde pasó de todo: primero, Klotz se perdió la gran oportunidad de empatar, desviando una sexta falta. A continuación, Rolandi señaló el cuarto para Estrella (la "ley del ex"), celebrando intensamente la conquista. Tras cartón, Klotz se redimió de su falla anterior, volviendo a acercar a Lamadrid por vía de la sexta falta: 4-3.
Segundos más tarde, Romo -que ya había avisado unos instantes antes- interrumpió las acciones debido a que el piso estaba a esa altura de la noche totalmente resbaladizo. Final inconcluso y a esperar que la AFA le ponga nueva fecha al desenlace.
SALDOS Y RETAZOS
En tercera, con ambos equipos luchando en las lugares de vanguardia, Estrella logró un holgado triunfo por 9-4 y también superó a su rival en la tabla. La foto, refleja la celebración íntima del DT Suberbie y sus dirigidos. La nota amargo, tuvo lugar en el ST: Maxi Cavalli se golpeó la cabeza contra la pared y, si bien el médico indicó que no revestía gravedad, envió al jugador a que se hiciera unas placas por precaución.
La expulsión de Lamanna en la fecha anterior, "desempolvó" a un Hernán Barallobre que volvió oficialmente al arco de Lamadrid luego de más de un año de ausencia. "Estoy más nervioso que en mi debut", manifestó el experimentado arquero, que fue titular en el ascenso de Allende en 2008.
Víctor Olivastro (hombre-orquesta en el cuerpo técnico de Lamadrid) se vio obligado a ver el cotejo desde la tribuna, pues el árbitro no le permitió quedarse en el banco. "Es la primera vez en el año que me pasa esto, me dijo que el cupo de tres auxiliares estaba completo porque lo contó al médico", explicó Víctor, que en un sector desacostumbrado de la cancha, confesó que, por los nervios "me voy a fumar un atado entero de puchos". ¿No será mucho?
El sector de Estrella de Boedo. A la izquierda, Nicolás Maire, el hijo de Mariano, autor del primer gol de los de Boedo. Ambos protagonizan un caso digno de mencionar: mientras el papá juega en la primera, Maire-chico lo hace en la octava del mismo club. A su lado, el pequeño hijito de Federico Suárez -el histórico capitán- junto a su mamá.
Inesperado final del partido. Por un lado, resignación en Gabriel Tancredi y el plantel carcelero. Más allá, el equipo Diego Fenelli elonga a pesar del poco tiempo que se jugó. Volverán a verse las caras, tal vez, dentro de unos diez días.
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