En la final del Nacional aplastó 10 a 2 a River de Tierra del Fuego, un buen equipo que había cometido el error de creerse ganador antes de jugar.
Pinocho le dio una verdadera lección al River sureño, cuyos integrantes se habían pasado toda la semana vociferando una superioridad que sólo cabía en su imaginación. Lo peor para ellos, es que la soberbia no los dejó ver la realidad. Y con esa realidad chocaron de frente este domingo, al ser goleados por un rival que lo ahogó desde el minuto cero y recién lo dejó respirar cuando la canasta ya estaba llena.
En el primer tiempo la supremacía de los de Villa Urquiza fue abismal. Pinocho salió a liquidarlo de entrada y a los 3’ encontró la apertura: disparo de Amas, el arquero que no retiene y Fafasuli que vacuna.
El equipo ahora vestido con indumentaria anaranjada no cesó de presionar, pero halló su segundo gol de contragolpe: mala asistencia de Perpetto, Amas roba en su campo y recorre libremente el trayecto hacia Cruz; cuando éste sale a achicar lo derrota con un brillante toque de emboquillada. Iban siete minutos. Y River todavía no se había recuperado del sorprendente gol del Zurdo, cuando Fafasuli metió el tercero, capitalizando un rebote en Cruz tras un tiro libre.
Desorientado, el elenco riverplatense no supo como reaccionar ante el torbellino de futsal desplegado por su oponente, pero intentó una tibia reacción adelantándose en el rectángulo. Pinocho respondió con otro ataque punzante y el 4-0 de Rescia.
A los 13’ Cruz, el arquero fueguino, se lesionó y Torres entró en su lugar. De inmediato, a Banegas le cometieron penal tras una buena maniobra personal y Perpetto logró descontar. Este futbolista, fue el único que se salvó del incendio en el contexto de un equipo lento e impreciso. Algunos pusieron como excusa el desgaste del partido de la noche anterior con Caballito y un par de lesionados en el transcurso de la final, como la del mencionado Cruz y el formoseño Verón. Pero finalmente, todos tuvieron que reconocer que cayeron con absoluta justicia.
El descuento no implicó ningún cambio en el trámite. Los dirigidos por Gazzo siguieron siendo protagonistas y a dos segundos del epílogo, Fafasuli aplicó el golpe de nocaut, entrando por el medio: 5-1
En el segundo tiempo los riverplatenses entraron vencidos a la cancha. En cambio, Pinocho no se conformó con la diferencia y fue por más. A los 4’, Calo puso el 6-1 (mal pase de Perpetto, contragolpe y perfecta definición); a los 7’ hubo un doblete de Luis Gonzàlez: primero coronó una lucida jugada con Calo y a continuación recuperó una pelota y batió a Torres.
A los 10’ Pinocho fue quitando el pie del acelerador. Entonces, ingresaron Manuel Fernández y Diaco, que hasta allì no habían participado. “Muzza” se dio el gusto de anotarse en el marcador a los 18’ y poco más tarde también lo hizo Manuel con un golazo: el dècimo. Casi sobre la hora, River achicó la diferencia cuando todo el sector local ya celebraba su primer título nacional.
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