Se cruzaron en la final de la Copa MTS. Uno de cada lado. Por Sportivo Barracas, Augusto Mónaco:40 años. Por Dock Sud, Oscar Arrieta: 18. "Podría ser mi hijo", dijo Augusto, con esa picardía tan característica en él. Minutos antes, habían derrochado calidad en el rectángulo de juego. El actual refuerzo barraqueño, que volvió a la actividad después de varios años, con algunas limitaciones atléticas propias de la edad, pero con su eterno buen pie, y la sapiencia que le otorga esa experiencia, casi no tuvo que correr para demostrar que sus kilates siguen más vigentes que nunca.
En el bando opuesto, Chuky Arrieta fue todo lo contrario: velocidad, explosión, dinámica, gol... Sin embargo, más allá de esas virtudes, nunca perdió su inmenso talento con el balón en los pies. Y esa característica fue la que los unió. Fue un placer verlos en acción. Y una alegría comprobar que, con jugadores como ellos, el futsal goza de muy buena salud...
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